La Condesa de Bureta, ideóloga e intendente de los Sitios de Zaragoza.Simpatizante de la ARTILLERIA NARANJA, Peña defensora del CAI BM ARAGON y el resto del balonmano aragones, le pese a quién le pese.

domingo, 1 de mayo de 2011

HI HO, HI HO…

Escribía hace un par de años acerca de unos “enanitos” y sus aventuras y desventuras, de sus ilusiones y sus pequeños logros y de sus decepciones, duras para su corta experiencia, livianas en la dureza de la vida real.

Decía que cuando parece que te vienen mal dadas, quizás el secreto esté en saber esperar, en tener la suficiente fe y constancia en lo que haces y quieres ser como para buscar y esperar tu momento, que esa suerte y esos aspectos que no puedes controlar, que no dependen de ti, que son decisiones de otros, cuando viren a tu favor te pillen siempre preparado y puedas engancharte a tus sueños. Y si se hacen esperar o quizás parezca que no van a llegar, o no lo hagan nunca, que siempre tengas la satisfacción de haberlo intentado, y saber encontrar la recompensa en ese sacrificio y esa constancia, en irte a dormir con la conciencia de haber puesto todo de tu parte para alcanzar ese sueño que de nuevo comienza y que mañana volverás a tener como objetivo.

Recordaba la importancia de saber escuchar a los que en el camino te indican que nada es fácil, que manidas palabras como respeto, trabajo, esfuerzo, constancia, generosidad, compañerismo, amistad, sacrificio… en fin, HUMILDAD son imprescindibles para conseguir aquello que soñaste.

Les deseaba entonces a aquellos chavalotes mucha suerte, que creyeran en lo que hiciesen, y que con el ¡¡CHUFLA, CHUFLA… COMO NO TE APARTES TU!! por lema, cuando volviesen a tener la oportunidad, luchasen por conseguirlo y no se quedasen con el deseo de haberlo intentado.

Eran los enanitos, los que en Daroca se enfrentaron entre ellos y nos dieron una lección de lo que es luchar por la victoria sin un mal gesto ni una mala cara, los que aquel día soñé que salían de aquel pabellón todos en fila cantando aquello de HI HO, HI HO, VAMOS A TRABAJAR... porque era la única forma que conocían de conseguir su objetivo.

Y esos mismos son los que hoy han cumplido su sueño, ese sueño que quizás a muchos les parecerá insignificante, pero que para ellos seguro que es grande. Son esos mismos, entonces enanitos con sus 14 y 15 años, y que hoy ya no lo son tanto. Y por eso son capaces de valorar y decidir si merece la pena tanto esfuerzo y sacrificio para conseguir ¿ganar un partido?, o quizás porque han descubierto que no se trata solo de ganar un partido, sino de luchar juntos por aquello que les gusta, de sentir esa sensación, que a veces con el devenir de la vida se olvida, de lo que significa ser parte de un EQUIPO, algo que solo los que han tenido la suerte de vivirlo de verdad pueden comprender.

Así que mis felicitaciones a todos, los que hoy han estado y los que estuvieron estos años atrás, a todos los que forman y han formado parte de “la quinta de Panocha”, los que como ellos dicen “la han liado” y hoy son un poquito mas que campeones del pueblo, y ya puestos… sigan soñando, que a veces los sueños se cumplen, y seguro que el COMPROMISO y el TRABAJO necesarios para intentar conseguirlos son DIVERTIDOS, ¿o no?

domingo, 29 de noviembre de 2009

Mega Master de Psicología de Grupos, o "Este Muerto está muy Vivo"


Ya saben como repetidamente he manifestado en anteriores escritos, que lo de hacer crónicas de los partidos no es lo mío, que esto del análisis del balonmano se me hace grande. Además, que quieren que les diga: ayer estoy segura de que cualquiera que se acercase por su Prícipe Felipe con la sana intención simplemente de ver jugar al balonmano, seguro que no se lo paso todo lo bien que esperaba, ya que hasta donde me llega y por lo que comentaban mis eruditos vecinos, el juego no fue para tirar cañonazos.

Pero como una es curiosa por naturaleza y gusta de ver lo que se cuece en las cocinas del castillo mientras se celebra el baile, lo de ayer me pareció un Mega Master de la muerte, de esos que tanto se llevan y llenan paredes y tarjetas de visita, digno de ver por cualquiera que se haya planteado dirigir un grupo humano, sea un equipo deportivo de algo, un ejercito, una banda, a los cuatro cenizos grises de la oficina, o todo aquello que necesite la colaboración de varios sujet@s para conseguir que dos mas dos sumen mas de cuatro.

Hubo situaciones y reacciones de todo tipo, después de un buen rato, demasiado a mi entender, en el cuál los muchachotes de naranja estaban intentado (el valor se les supone, que decían antes en la mili, hasta que se demuestre lo contrario) ceñirse al guión establecido de antemano, y que seguro que es el que la lógica de su deporte mandaba a priori, pero que no daba el resultado esperado.

Apareció, sorprendentemente a los ojos del respetable y respetados (o sea, los que estaban en el "ruedo" y alrededores), a falta de un minuto para terminar la primera parte y aprovechando un tiempo muerto que nunca estuvo tan vivo, el portero naranja que iba de amarillo chillón, se metió en el centro de la piña protocolaria después del tiempo muerto y acto seguido se "sacó" a la pista anticipando lo que iba a suceder en la segunda parte: ¡¡comenzó a encorrer a sus propios compañeros!!, vamos, que los bajó del tractor en el que se habían metido a ritmo antequerano y les hizo meter una marchica más, p´a ver si así arrancaban.

Otro que también se salió del guión fue el extremo zurdito, con su pillería a la hora de "aparecer" cuando no se le espera y robarle hasta la letra del DNI al contrario, balón incluido. Un recurso que si bien no todo lo ortodoxo que el guión marca, en momentos de empanada, cuando la autoestima está en los bajos fondos, es capaz de insuflar confianza y levantar el ánimo a la tropa (a las "masas" del Felipe no, porque p´a eso haría falta mas que viagra, pero somos lo que somos, ni mas ni menos).
Además el hombre se tiró el penalti, y lo que no sabemos es si era cabeza de cartel en esa suerte, o el más echadico p´alante de los que allí toreaban.

Otra circunstancia para analizar en nuestro Master es la del muchachote jovencito que apareció por el lateral zurdo, ante la "ausencia" del señor de la coleta. Creo que le llaman Boom Boom, y a fe que hizo honor a su nombre. Salió con la sana intención que los impulsos propios de su juventud le dan, de resolver por si solo el asunto. Y aquí vimos un claro ejemplo de que con echarle güe... no siempre es suficiente. Pero como uno de los tertulianos del sanedrin que me rodeaba dijo: "el problema no es el chaval, que le está echando un par... el problema es que perdiendo y cuando vienen mal dadas el presunto jefe esté sentado (y bien sentado, recalcó) porque seguro que con la calidad del uno y los güe... del otro irían para dentro". Asi que chavalote, a seguir mejorando, pero no me pierda esa frescura y ese descaro propios de la juventud (cosa que no se si es compatible con la experiencia, espero que si).

El sueco al que nuestro Espíritu alude en su comentario parecía un tanto despistadillo el hombre (vamos, haciéndose el idem, pero sin hacérselo), tal que si lo hubiesen metido a escuchar una Zarzuela y no entendiese nada. Eso sí, cuando el de amarillo comenzó a encorrerlo (solo le faltó darle un empentón en algún contrataque, que cualquiera no salia zumbando cuando se veía detrás aquella locomotora amarilla, cuál Induraín subiendo el Tourmalet), pareció que se enganchaba por momentos al partido. Lástima los zurriagazos al poste.

Y chapeau a la jugada final con el cambio de portero, que si estaba asi planificada es digna de las mas grandes emboscadas a los gabachos que mi guerrillera mente recuerda.

Concluyendo, que cuando me enrollo no se parar, que "este muerto está muy vivo" y ayer, resultado mas o menos positivo al margen (bueno, nada positivo, que este era de "los que hay que ganar"), el ejercito naranja demostró que tiene alma y cuando se ve con la bayoneta en el cuello tiene gente capaz de dar un paso al frente, saltarse los planes de batalla y lanzarse a por la victoria, aunque a algunos, estrategas de academia, les puede parecer suicida, pero también lo fué enfrentarse a los gabachos a pecho descubierto y pasado el tiempo no nos fué tan mal.

El tema es si los corajudos serán capaces de "contagiar" al resto de la tropa, y los Oficiales respaldarán este arrebato, porque cuando de competir se trata hay que ir por lo civil o por lo criminal, y si no se está de "dulce" hay que ser capaces de comerse también los pasteles, aunque luego haya que confesarse.
Y los pasteles que les quedan hasta Navidad son mas tirando a tarta que a bocaditos de nata.

lunes, 26 de octubre de 2009

La MESURA, el CARPE DIEM... y CIUDAD REAL


Hala maños, bueno "Cooooosssss" (con C y no con K, conste) para que también lo entiendan los de las nuevas generaciones, ya hemos ganado otra vez, esta vez al Alcobendas de Rafa y el japonés, que vaya elemento el "japo"... servidora tenía curiosidad por verlo, cuando empezó a jugar dijo a su vecino de asiento que "no era para tanto" y acabó comiéndose sus palabras y reconociéndole los méritos al amigo, que aunque parezca mentira es lícito y saludable reconocer los errores de un@ (miembrOs y miembrAs, ya saben), se llame Consolación, Mariano o tenga un nombre impronunciable.

Y ahora ¿que toca?... ¿MESURA? o ¿CARPE DIEM?, ¿HUMILDAD? o ¿AMBICION?, porque a lo que parece y tras el debate suscitado después del artículo de la semana pasada deben ser términos antagonistas, y si un@ es prudente y realista (lo primero es lo siguiente, y lo siguiente es lo primero) ya se le niega la ambición y el derecho a soñar.

Porque esa costumbre tan nuestra (española y especialmente en esta tierra de mañolandia) de etiquetar al personal a las primeras de cambio y estamparle el sello de lo que sea, no me deja de sorprender, junto a eso del "ya te lo dije yo", que alguno a fuerza de repetir reclamando un presunto protagonismo parece una especie de oráculo de los dioses, eso si, arrimando el ascua a su sardina y buscando siempre el sol que más calienta (y no el de los Monegros, precisamente).

Entonces, ahora, y llegado este momento se supone que servidora debería de mostrar "MESURA" y decir que ha estado muy bien, que no tenemos nada que perder, que son muy superiores, que ya hemos cumplido y lo que venga a partir de ahora es extraordinario, que no son de nuestra Liga...

Pero... siento defraudar a los admiradores de la "MESURA", y no darles la razón a los del “CARPE DIEM” y como ya les he dicho en ocasiones que esto del balonmano a veces me supera, que una llega a lo que llega y sabe de casi nada, voy a utilizar con permiso de mi primo el Barón unas palabras que me dirigió al respecto de cómo intentaba explicarles estas cosas a sus muchachotes (los enanitos aquellos, ¿se acuerdan?).

Me decía el Barón que realmente era difícil transmitirlo, no por la capacidad de entender de los interlocutores, sino por sus carencias a la hora de explicarse, por supuesto, pero que habitualmente y cuando tocaba enfrentarse a rivales asequibles, o se jugaban rondas de competición previas a los grandes partidos, agarraba un pizarrón en su vestuario (parece que con las pequeñitas hacía corto) y les colocaba, abreviando, tres palabras: DISCIPLINA, DEFENSA y TRABAJO con alguna somera explicación… o sea, creí entender, MESURA pura.

¿Y cuando llega lo gordo, los “partidazos” esos que tanto os gustan a los balonmaneros?, le pregunté, pensando yo en mis apreciados Artilleros y su partido en Ciudad Real, que a la sazón es el objeto de este escrito.

Pues mira, me dijo, cuando llegan esos partidos sencillamente les recuerdo que una vez cumplido lo anterior, nos hemos ganado el derecho a mirar a los ojos a cualquiera que nos pongan por delante. Vamos, el famoso CARPE DIEM… disfruta del momento, le dije.

Y me dejo una frase… "Si eres capaz de convertir tu sueño en un objetivo, es posible que se haga realidad"… que me llevo a la siguiente reflexión: la diferencia entre sueño y objetivo es que soñar es gratis y conseguir un objetivo supone mucho trabajo antes de poder tener opción a disfrutarlo… así que, visto lo visto , sufrido lo sufrido y jugado lo jugado, elijan ustedes mismos: SUEÑO u OBJETIVO...

Yo lo tendría muy claro... pero no pierdan de vista que, pase lo que pase, ganen o pierdan, a la mañana siguiente amanecerá otra vez y de nuevo pondrá en la pizarra: DISCIPLINA, DEFENSA y TRABAJO.

Suerte

martes, 20 de octubre de 2009

Cuando Mariano habla alguien debería escucharle (II)


Permítame CAIMAN que le robe el titular de uno de sus anteriores artículos, y les ruego me lo consideren investigación y no plagio, que ya se sabe que en esta vida según de donde provenga el delito se puede convertir en mérito, o el mérito ser delito dependiendo del sujeto que lo perpetre.
La verdad es que se me ocurren otros titulares para encabezar esta modesta reflexión: "No hay enemigo pequeño", "Hasta el rabo todo es toro", "Por la boca muere el pez", "Humildad, divino tesoro", etc.
Y viene esto a cuento de que, por primera vez en lo que va de temporada y tras el "orgasmo" semanal perpetrado esta vez en Toledo, durante toda la semana y en diferentes ambientes balonmaneros y balonmañeros se habla del más allá.... fundamentalmente de lo bonito que será jugarse el liderato en esa catedral del balonmano que es el Quijote Arena, y ante, sin duda, el mejor equipo de los últimos años. Y además, y como guinda del pastel, el sorteo Europeo.
Ambientes diversos digo... aficionados viajeros y no viajeros, prensa, amigos, jugadores, securatas, camareros... y todo quisqui viviente que se mueve alrededor de la pelotica habitualmente, y los no tan habituales y que ahora asoman la cabecica para ver que se cuecen estos del balonmano que parece que no les gana nadie ("Carpe Diem", aprovecha el momento, para que se queden, pero ese es otro tema).
Y seguro que en toda esta historia hay un personaje al que no le gusta un pelo tanta euforia, contenida eso si, que lo primero no sea lo siguiente y lo siguiente no sea lo primero: el del títular. Pero seguro también que todo lo que se menee a su alrededor tiene los pies en la tierra, bien anclados, y sólo los despega para meterse en la portería contraria, con balón y todo si es menester, o para poner "pinchos de merluza" a los lanzamientos rivales (y sirva esta licencia como homenaje a un personaje irrepetible, d.e.p. Andrés Montes).
Y para tener una idea de lo que ha costado llegar hasta aquí basta ver la clasificación: apuéstome un pincho de tortilla de los de mis amigos Artilleros (con cañita y todo, si les place), a que hace años, muchos, que nadie llegaba a la octava jornada imbatido, en segunda posición y sólo con un +13 en diferencia de goles. O sea, y con una sencilla operación que una no da para mucho más, que la victoria sale mas o menos a +2 golitos, justitas y trabajadas. Vamos, para que me entiendan: cuando nos ponemos el mono de currar y nos arremangamos no nos gana nadie; de traje y corbata... mejor no lo probemos, de momento.
Y esto es piropo y no reproche, conste para los malpensados. Valora sobre todo el esfuerzo, el tesón y sin duda ahora mismo la autoconfianza de un equipo que si hasta ahora ha demostrado algo es que no piensa perder ningún partido... seguro que alguien nos ganará, pero perder nosotros va a ser que no. Y les aseguro que no es lo mismo.
Asi que, piano piano, pasito a pasito, a por los chicos de Rafa el sábado, y la semana que viene... bueno, esperemos al sábado y ya hablaremos, que eso puede ser divertido, muy divertido, pero lo primero es lo siguiente.

lunes, 12 de octubre de 2009

El capitán y su espíritu

Hacía tiempo que no me asomaba por estas páginas y si quieren que les diga la verdad, mucha intención y animos de hacerlo no tenía. Una se hace mayor y hay cosas que le empiezan a superar, pero... ¡¡¡¡con el "capi" hemos topao!!!!
Leía yo el magnífico artículo aparecido en El Periodico de Aragón (gracias Dª Raquel, no tengo el gusto de conocerla personalmente, pero los que conocemos esto un poquito apreciamos la "doble" página dedicada, que no es cosa de todos los dias, ni de todas las semanas, ni de todos los meses, ni casi nunca de todas las temporadas encontrar tamaño espacio dedicado a esto del balonmano), acerca del capitán, ¡¡ohhh capitán, nuestro capitán!! que dicen en las películas, y no he podido resistir la tentación de teclear los sentimientos que desde la perspectiva del tiempo me ha producido.
Puede parecer fácil encontrar tantos alagos cuando los que hablan son "los amigos de Amadeo", pero en este caso les aseguro que sería muy difícil, caso de proponérselo, encontrar a alguien que dijera algo en contra del personaje en cuestión.
Aparece ahí gente que
ha compartido muchas horas con El, algunos como Javi y Marcos desde siempre, en clase, en el patio del cole, en el vestuario, desde que comenzaron a dar sus primeros pasos en el balonmano y en la vida. Imprescindibles para entender el carácter del personaje, e insustituibles en el tiempo, como los amigos de siempre, los de verdad.
Otros, como Carlos y Miguel, con los que generó un respeto mutuo desde aquellos enfrentamientos en cadetes y juveniles, duros, intensos, pero siempre nobles. De aquella rivalidad y del reconocimiento de los méritos del rival, salió una unión que fué la que permitió años mas tarde volver a soñar con estar entre los más grandes.
Veteranos ilustres, que entendieron a la perfección lo que representaba el compañerismo, el aceptar en su vestuario savia nueva que venía empujando fuerte. Hacer "piña" con pequeñas cosas, originales, quizás raras, que sólo los que estaban allí adentro pueden entender: las gorras, el periódico, el sindicato... Dias de querer ser como los mejores, quizás sin los medios de los mejores pero con toneladas de ilusión por conseguirlo.
Compañeros de trabajo, ya cuando la cosa se convirtió en un trabajo, que lo veían, al principio, como el chico que soñaba con estar un día en su casa, ante su gente, jugando contra los mejores. Y luego como el guia, el referente del grupo. El que representa los valores y la identidad que un equipo, un Club, tiene que tener para conseguir ilusionar y representar.
Magnífico reportaje, resumen de una vida dedicada al deporte, al balonmano, de un caballero dentro y fuera de la pista.
Es difícil aunar en la misma persona el destacar y el ser humilde... hay muchos humildes que no pueden cumplir sus sueños, y algunos destacados que carecen de la humildad necesaria para transmitir esos valores que van mas allá del deporte, pero que también son deporte, imprescindibles para entenderlo como tal.
Y aquí es donde he echado en falta un personaje, para mi clave en toda esta historia.
Los valores técnicos del deportista se pueden aprender, muchas veces casi de forma innata, con esa facilidad que solo los mejores tienen para asimilar y ejecutar.
Pero los otros valores, los "intangibles", los que no son correr, saltar y lanzar... la humildad, el carácter ganador, la constancia, el compañerismo, la capacidad de luchar por encima de todo, el espíritu... también se entrenan, desde pequeñitos; y aquí me falta el "sheriff", Luispe, el referente de muchas generaciones en el "patio del colegio", que sin "pizarrita" pero sabiendo poner una mano encima del hombro, dar una palmadita en la espalda o echar una de esas broncas que aprendes a apreciar con el tiempo, seguro que también dejó su huella, en "el espíritu del capitán".
Que gran verdad la del inicio del artículo:
"El balonmano es una forma de vida", y que mejor ejemplo que el capitán, ohhh capitán, nuestro capitán.

miércoles, 20 de mayo de 2009

PICHORRAS EN PASTRIZ

Alucinada estoy con mi admirado Espíritu después de leer su última entrada en el Blog de NO SOLO ASOBAL. El hombre más paciente del mundo, premio Artillero de la Paz "Cum Laude", la mesura y sensatez hecha hombre (bueno, Espíritu) nos cuenta lo ocurrido a nuestros enanitos en tierras catalanas.
Pues parece que los enanitos viajeros (los que no les dejaron, eso que se ahorraron, que encima agradecidos deberían estar) se encontraron por allí un tal Ramón (Ramonet para los amigos supongo), nombrado por la RFEBM como Virrey de ese reino (Sector), con plenos poderes. Que sea natural y residente en su casa (La Roca) se supone sólo es una casualidad.
Para que Ramonet no se aburriese también le encargaron, ya que estaba por allí, que hiciese unos informes sobre los de verde (no los enanitos sino los señores árbitros, conste), diciendo si habían sido buenos chicos por si merecieran algo más en el futuro.
Y abusando de su capacidad, también le nombran Comité de Competición del evento, con la suerte (buena o mala, que todo tiene matices) de que le toca decidir si un vecinito suyo, a la sazón jugador local, puede jugar o no el partido decisivo, después de que el día anterior se le fuese la pinza un poco y se llamase de todo menos guapos con un rival, mostrándole la tarjetilla roja los de verde (árbitros, que no enanitos). Supongo que lo de menos será decir que decidió que su vecino jugase, según ponía en el "borrador" de una presunta acta, que tras mucho discutir enseña a los enanitos de naranja, ya que según Ramonet no tenía porque, ya que "no eran parte implicada".
Y con estos antecedentes previos... ¡¡a jugaaaar!! que decía Joaquín Prats. Y el que pueda que acierte el Precio Justo, que Ramonet y su gente no se lo chivan a nadie.
Y después de esta pequeña introducción a modo de anécdota (ya saben, no se tomen la vida demasiado en serio, que total nos hemos de morir igual), a lo que iba.
Tenemos un problema, un gran problema, en esta nuestra tierra (que no país, que aquí somos gente humilde) de cachirulo, secano, cazurros y Marianico el Corto (¡¡y a mucha honra!!).
Aquellos valores de antaño, cuando a servidora, la Agustinica y resto de la tropa les vinieron los gabachos a tocar los bemoles y entre TODOS (ricos, pobres, nobles, clero, pueblo llano, generales y soldados, ...) defendimos lo nuestro, me da a mi que todos estos enanitos de hoy no lo tienen como muy claro, y los enanitos jefes no son muy sensibles a las ilusiones viajeras de los enanitos del pico y la pala (los del Hi Ho Hi Ho vamos a trabajar), y éstos miran con recelo (con mayor o menor motivo) a los enanitos jefes.
Y el resultado final es que PINTAMOS MENOS QUE PICHORRAS EN PASTRIZ, mal que les pese tanto a los enanitos del pico y la pala, como a los de la corbata.
Asi que mientras no se olviden de aquello otrora famoso de "no importa tener éxito sino que los de al lado fracasen" y sigamos prefiriendo que los presuntos enanitos buenos se vayan a otros bosques en busca de oportunidades a que las tengan junto a casa, no tenemos de que quejarnos, sólo de decir: "Uffff, menos mal, casi lo consiguen".
Y al Barón y sus enanitos no se me ocurre nada mejor que decirles aquello de "Hi Ho Hi Ho, vamos a trabajar" para que tengan más suerte en la próxima, porque la pelota no entra por azar, y la verdad es que los enanitos de negro (roqueroles creo que les llaman) la metieron más veces.

sábado, 25 de abril de 2009

Blancanieves, Daroca y los Siete Enanitos

Ni me puedo imaginar a las tropas mañicas, pasada la más encarnizada batalla de los gloriosos Sitios de Zaragoza, encerradas en la Aljafería con Napoleón y despidiéndole con aplausos después de escuchar como les daba la enhorabuena por la batalla librada, a la vez que nuestro insigne General Palafox se dirigía a las tropas francesas en una dependencia contigua deseándoles la mejor de las suertes en las venideras batallas... ¿y ustedes?
Bueno, pues puedo asegurarles que así es como terminó el tan celebrado partido "del siglo" (si, de esos que los futboleros tienen media docena cada temporada) el otro día en la muy noble ciudad de Daroca.
Se presentaba el asunto un tanto descafeinado en cuanto al lugar de la cita, dada la procedencia capitalina de la totalidad de los contendientes y sus respectivas aficiones, y de la mayoría de curiosos más o menos interesados en la refriega; y también light en cuanto a que en principio parecían los teloneros de la fiesta del balonmano escolar, por la hora elegida.
Pero lo que comenzó con una demostración de "buen rollito", foto de familia y abrazos varios incluidos, dio paso a la mas encarnizada lucha deportiva que servidora recuerda en una pista.
A partir del silbido inicial de los dos señores destinados a poner orden en la refriega, se inició un derroche de ilusión, lucha, pasión, fuerza, garra... BA-LON-MA-NO
.
Los rojos, dirigidos por los dos enanitos verdes del bosque, con el descaro de la juventud y derrochando velocidad en sus acciones para suplir su teórica inferioridad física.
Y los naranjas intentando imponer la ley de la selva, la del más fuerte, la de los veteranos cuando ven amenazado su territorio y su orgullo herido.
Aquello paso por todas las alternativas posibles... tan pronto parecía que los unos se iban a hacer con el mando del partido, como al minuto siguiente la victoria cambiaba de lado.
Y así llegaron al final de la primera refriega, empatados a todo: resultado, derroche de facultades, ilusión y ganas por llevarse la gloria. Y sin ninguna intención por ningún lado de soltar aquello que habían decidido era suyo: la gloria de la victoria.
Como la cosa no podía quedar en tablas, lo intentaron en un nuevo asalto, pero no hubo manera de que aquello se decantase por ningún bando.
A la segunda prórroga llegaron ambos con la reserva casi agotada, pero no por ello cejaron en su empeño, de nuevo baldío, por hacerse con el título. Caían unos y otros, y se levantaban de nuevo, sin un mal gesto ni una mala cara, y de nuevo iban a por su objetivo. ¡A piñón!
No hubo forma y decidieron que después de las casi dos horas de balonmano más apasionantes de su corta vida para los chavalotes y seguro que para casi todos los que contemplaban (los que aguantaron, que ya se sabe que cuando la sangre tira...) aquel espectáculo, alguien debía de llevarse la copa grande, y la gloria de representar a mañolandia en España, ya que alguien, de los que no sudaban ayer, decidió que solo uno podría hacerlo.
Asi se liaron a lanzar penaltis, pero hubo que esperar dieciseis angustiosos lanzamientos, de todas las formas y facturas, para que, por fin, pudiesen entregar la copa grande a uno y la menos grande al otro.
Y a estas alturas del relato, seguro que más de un amable lector estará preguntándose que pintan los siete enanitos en esta historia, o más bien en el título. Pues sencillamente que ayer, después de ver a aquellos hombrecillos de rojo y aquellos otros de naranja partirse el alma en aquella batalla, con su objetivo fijo en el pensamiento, pero con la nobleza por bandera para lograrlo, soñe que salían de aquel pabellón todos en fila: los enanitos rojos detrás de sus jefes los enanitos verdes del bosque, y los enanitos naranjas detrás del enanito sin pelo, cantando aquello de HI HO, HI HO, VAMOS A TRABAJAR... que era la única forma que conocían de conseguir su objetivo.
Ahhh, ¿y Blancanieves?, pues Blancanieves ayer ni apareció ni se la esperaba, pero aún quedamos ilusos que creemos que existe, y que aparecerá para poner un poco de cordura en todo esto, y mandará de viaje a todos lo enanitos, y sobre todo escuchara y preguntara a los enanitos que quieren ser de mayores.
Y como alguien ha dicho: el deporte a veces es cruel porque nunca pueden ganar los dos, pero ayer, como en los cuentos maravillosos, las hadas decidieron que nadie había perdido.